Abstract:
Introducción: el sindrome metabólico es una constelación de entidades metabólicas y neuroendocrinas1 que contribuye a la constitución de estados crónicos pro- inflamatorios e hipercoagulantes. Por ello, el papel de la termogénesis, el cual se encarga de mantener la homeostasis de la energía liberada, es sumamente importante en este contexto. Siendo estas últimas las encargadas de controlar los cambios del metabolismo, ¿cuál es la asociación entre el síndrome metabólico y la alteración del eje hipotalámico hipófiso tiroideo en ratas macho Sprague-Dawley? Objetivos: evaluar la asociación entre el sindrome metabólico y la alteración del eje hipotálamo hipófiso tiroideo en ratas macho Sprague Dawley. Además, determinar las variables clínicas del síndrome metabólico. Material y métodos: se trabajó con 49 ratas Sprague-Dawley de 7 semanas divididas en dos grupos (control (n = 10) y experimental (n = 39))26. Cada grupo tuvo su propia dieta (dieta hipograsa y grasa-hipercarbohidratada) que se administraron durante 28 semanas antes de que comenzara la fase experimental. Resultados: el 62% de las ratas experimentales fueron expuestas a normoxia exclusiva (n=17/27); la tasa de supervivencia fue del 55%. El total de las obesas, fue 17% (n=3), todas estas inicialmente normotensas. Además, el 100% cumplió con la definición de síndrome metabólico. Las ratas hipertensas ganaron 322 ± 103,66 g; las normotensas, 331 ± 108,28 g y los controles, 272 ± 5,97 g. Además, n = 3/13 eran normales, n = 1/13 tuvo hipotiroidismo franco, n = 4/14 tenían hipotiroidismo primario, n = 3/13 tenían hipotiroidismo subclínico y en n = 2/13 la conclusión fue incompleta. De las ratas normotensas y los controles, no hubo asociación con alteraciones del eje tiroideo. Conclusiones: El síndrome metabólico, según este estudio, no tiene una asociación contundente con la alteración del eje hipotalámico hipófiso tiroideo. El aumento del peso fue estadísticamente significativo para las ratas controles y las alimentadas con dieta grasa hipercarbohidratada durante la fase de inducción, mientras que, en la fase experimental sólo se mantuvo esta tendencia para las ratas controles. La variación de presión arterial sistólica y diastólica fue congruente con la variación del peso en los grupos de ratas con las que se trabajó.