El cáncer ocupacional constituye un desafío significativo para la salud pública, ya que refleja la intersección entre el trabajo y la salud en un entorno laboral diverso y en constante evolución. Esta problemática abarca una serie de condiciones en las que los trabajadores se exponen a sustancias y ambientes nocivos, lo que puede llevar al desarrollo de enfermedades malignas. El cáncer ocupacional afecta a personas que trabajan en diversos sectores, tales como la minería, la industria química, la agricultura y la construcción. La constante exposición a sustancias carcinógenas, como al asbesto, plomo y productos químicos tóxicos, ha sido identificada como una causa principal de este tipo de cáncer. Además, las condiciones laborales inseguras y la falta de medidas de prevención adecuadas también contribuyen al riesgo de cáncer ocupacional. El diagnóstico de enfermedades oncológicas asociadas al trabajo es un proceso crucial para identificar y tratar afecciones malignas relacionadas con la constante exposición a agentes carcinógenos dentro del ambiente laboral. En este contexto, se refiere a la detección y confirmación de cánceres que pueden haber sido causados o agravados por condiciones laborales específicas. En términos generales, el diagnóstico de enfermedades oncológicas relacionadas con el trabajo implica una evaluación completa de la historia laboral del paciente, así como una evaluación minuciosa de los síntomas y comorbilidades. Es fundamental que, los profesionales médicos consideren la exposición pasada y actual a sustancias tóxicas en el entorno laboral; así como, cualquier patrón temporal entre la presentación y el inicio de síntomas. También se basa en la colaboración entre médicos, pacientes y empleadores. La recopilación de información detallada sobre la historia laboral y la identificación de factores de riesgo son esenciales para una evaluación precisa. Además, la implementación de programas de monitoreo médico periódico en entornos laborales de alto riesgo puede contribuir a una detección temprana y, por lo tanto, a un mejor pronóstico. En resumen, el diagnóstico de enfermedades oncológicas asociadas al trabajo abarca una variedad de enfoques, desde evaluar la exposición laboral pasada y actual hasta realizar pruebas diagnósticas específicas para confirmar el cáncer y determinar su naturaleza. Debido a ello se llega a la conclusión de hacer una revisión sistemática para desarrollar estrategias de prevención y promoción que sean aplicables en las diferentes instituciones o centros de prevención del cáncer, para la vigilancia de salud del trabajador.
Occupational cancer constitutes a significant public health challenge, reflecting the intersection between work and health in a diverse and constantly evolving work environment. This problem includes a series of conditions in which workers are exposed to harmful substances and environments, which can lead to the development of malignant diseases. Occupational cancer affects people who work in various sectors, such as mining, chemical industry, agriculture and construction. Constant exposure to carcinogenic substances, such as asbestos, lead and toxic chemicals, has been identified as a main cause of this type of cancer. Additionally, unsafe working conditions and the lack of adequate prevention measures also contribute to occupational cancer risk. The diagnosis of work-related oncological diseases is a crucial process to identify and treat malignant conditions related to constant exposure to carcinogens within the work environment. In this context, we will review the detection and confirmation of cancers that may have been caused or aggravated by specific work conditions. Generally speaking, the diagnosis of work-related oncological diseases involves a complete evaluation of the patient's work history, as well as a thorough evaluation of symptoms and comorbidities. It is essential that medical professionals consider past and current exposure to toxic substances in the work environment; as well as any temporal pattern between presentation and onset of symptoms. It also relies on collaboration between doctors, patients and employers. Gathering detailed information on work history and identifying risk factors are essential for an accurate assessment. Furthermore, the implementation of regular medical monitoring programs in high-risk work environments can contribute to early detection and, therefore, a better prognosis. In summary, the diagnosis of work-associated oncological diseases encompasses a variety of approaches, from evaluating past and current occupational exposure to performing specific diagnostic tests to confirm the cancer and determine its nature.