La diabetes mellitus (DM) canina, es una enfermedad metabólica generada por una deficiencia o una resistencia de la insulina, esta trae como consecuencia una hiperglicemia. Para un correcto tratamiento es clave tanto el uso de insulina como el control periódico del paciente. La fructosamina es un analito que permite avalar el diagnóstico de la DM y monitorear los niveles de glicemia durante las últimas 3 semanas previas al examen. Son escasos los estudios realizados en el país, pero identificar los tipos de pacientes y sus estados glicémicos permite tener un mejor diagnóstico situacional acerca de esta enfermedad endocrina. Por ello, el objetivo de este estudio fue determinar el control del estado glicémico en pacientes caninos con DM mediante la revisión de los valores de glucosa y fructosamina sérica. Para poder lograrlo se accedió a la base de datos de tres centros de diagnóstico clínico veterinario en la ciudad de Lima Metropolitana. Se extrajo de ellos las fichas de resultados de caninos diagnosticados con DM, se recopilaron los datos demográficos (raza, edad y sexo) y los dosajes conjuntos de glucosa y fructosamina. Se obtuvieron 32 fichas de resultados, el 78.1% perteneció al grupo etareo de individuos gerontes, el 56.3% eran hembras y sólo el 43.7% de los pacientes eran de raza mestiza. Asimismo, se evidenció la frecuencia de razas y de la signología clínica, predominando los Schnauzer (27.8%) y los signos de PU (92%) y PD (88%). Los valores de glucosa y fructosamina reflejaron promedios de 302.8 ± 149 mg/dl y de 365±218.4 umol/L, respectivamente. Se obtuvo proporciones estadísticamente distintas al evaluar el control glicémico en relación a los valores de glucosa y fructosamina, mediante la prueba de McNemar (x2 = 12.8). Los hallazgos sugieren que las fructosaminas no deberían medirse, individualmente, para evaluar el control glicémico.
Canine diabetes mellitus (DM) is a metabolic disease caused by insulin deficiency or resistance, resulting in hyperglycemia. For a correct treatment, both the use of insulin and periodic monitoring of the patient are key. Fructosamine is an analyte that not only allows supporting the diagnosis of CMD, but also monitoring glycemia levels during the last 3 weeks prior to the test. There are few studies carried out in the country, but identifying the types of patients and their glycemic states allows us to have a better situational diagnosis of this endocrine disease. Therefore, the objective of this study was to determine the control of glycemic status in canine patients with DM by reviewing serum glucose and fructosamine values. In order to achieve this, the database of three veterinary clinical diagnostic centers in the city of Metropolitan Lima was studied. The results cards of canines previously diagnosed with DM were extracted from them, the demographic data (breed, age and sex) and the joint dosages of glucose and fructosamine were collected. Thirty-two results cards were obtained, 78.1% belonged to the age group of gerontic individuals, 56.3% were females and only 43.7% of the patients were of mixed race. Likewise, the frequency of breeds and clinical signs was evident, predominantly Schnauzer (27.8%) and signs of PU (92%) and PD (88%). Glucose and fructosamine values reflected averages of 302.8 ± 149 mg/dl and 365±218.4 umol/L, respectively. Statistically different proportions were obtained when evaluating glycemic control in relation to glucose and fructosamine values, using McNemar's test (x2 = 12.8). The findings suggest that fructosamines should not be measured individually to assess glycemic control.