Introducción: El uso de teléfonos inteligentes, especialmente entre los jóvenes, ha cambiado la manera de interactuar socialmente y está asociado con problemas de salud mental. Diversos estudios indican que el uso excesivo de estos dispositivos está relacionado con baja autoestima, insomnio, tendencias suicidas y niveles más altos de depresión y ansiedad. Evaluar la prevalencia de este problema en nuestro entorno es fundamental. Objetivos: Determinar la frecuencia de trastornos de ansiedad y depresión en estudiantes de medicina de 4to a 6to año que tengan además dependencia al celular. Materiales y métodos: Estudio observacional, descriptivo de corte transversal; se utilizarán tests de tamizaje para dependencia al celular, depresión y ansiedad que se aplicarán en una población constituida por estudiantes de Medicina de 4to, 5to y 6to año. Los datos se recolectarán mediante la plataforma Google Forms y serán trasladados a Microsoft Excel versión 2019 para realizar el análisis estadístico. Conclusiones: Identificar la prevalencia de trastornos de ansiedad y depresión en estudiantes de medicina con dependencia al celular ayudará a implementar estrategias de prevención y programas de apoyo psicoemocional en el entorno universitario, así como de fomentar un uso responsable de la tecnología para preservar la salud mental de los estudiantes de medicina.
Introduction: Smartphone usage, especially among the youth, has transformed social interaction patterns and has been associated with mental health issues. Excessive smartphone use has been associated with low self-esteem, insomnia, suicidal tendencies, and higher levels of depression and anxiety. Assessing the prevalence of this issue within our local context is essential. Objectives: Determine the frequency of depression and anxiety disorders in 4th to 6th year medical students with mobile phone dependency. Materials and Methods: A cross-sectional, observational, and descriptive study will be conducted. Screening tests for mobile phone dependency, anxiety and depression will be administered to a population of 4th-, 5th-, and 6th-year medical students. Data will be collected via Google Forms and processed using Microsoft Excel 2019 to perform the statistical analysis. Conclusions: Identifying the prevalence of anxiety and depression disorders in medical students with cell phone dependency will help implement prevention strategies and psycho-emotional support programs within the university environment, as well as promote responsible technology use to preserve the mental health of medical students.