El objetivo general de este estudio es analizar la situación actual de las enfermedades ocupacionales en personal asistencial y administrativo del sector salud peruano con el fin de proponer mejoras basadas en evidencia científica nacional e internacional para optimizar la salud del cliente interno. Para ello, se desarrolló una revisión bibliográfica de revistas indexadas y Resoluciones Ministeriales del MINSA, EsSalud y Gobierno del Perú, con una metodología observacional, descriptiva y transversal que incluyó tanto a trabajadores varones como mujeres del sector asistencial y administrativo. Los resultados revelaron que, según el trabajo de Trujillo C. y colaboradores, el personal enfermero en un centro de salud de Lima experimenta niveles moderados de despersonalización, con un 60% de esta dimensión, evidenciado por momentos de desacuerdo con el tratamiento de los pacientes. Por otro lado, Trinidad J. y Escobar C. encontraron que el personal administrativo identificó una alta incidencia de riesgos psicosociales con un 54%, mientras que el 48,2% de los profesionales de salud están en riesgo alto a nivel ocupacional, especialmente en relación con el riesgo microbiológico. Adicionalmente, un grupo de profesionales de enfermería reportó condiciones laborales deficientes en cuanto a organización y materiales, con un 48,8%. En el sector público, se identificaron tres regímenes laborales principales: Carrera Administrativa D.L 276, Régimen Laboral de la Actividad Privada D.L 728 y CAS D.L 1057. Las conclusiones indican que el personal de salud, ya sea profesional, técnico o administrativo, enfrenta diversos riesgos físicos, químicos, ergonómicos y psicológicos, a pesar de las normativas estatales. Esta situación impacta negativamente en su desempeño laboral y bienestar, afectando potencialmente la calidad de atención. Los Establecimientos de Salud(EE.SS.) tienen tres niveles de atención, pero las disparidades entre ellos generan efectos en cadena que repercuten en los pacientes y el personal asistencial. Por lo tanto, es crucial que el personal del primer nivel de atención esté adecuadamente protegido para evitar que se convierta en un foco de riesgos que afecten los niveles superiores y provoquen patologías ocupacionales. La implementación de sistemas de gestión en salud y trabajo es fundamental para priorizar la vida y el bienestar del personal; sin embargo, es necesario un enfoque concreto en la prevención de riesgos, capacitación en gestión, inversión adecuada y la incorporación de metodologías como el benchmarking. Esta herramienta de mejora continua facilita el intercambio y evaluación de prácticas destacadas en la salud de los trabajadores entre empresas, con el objetivo de mejorar la eficacia en la gestión de riesgos asistenciales.
The general objective of this study is to analyze the current situation of occupational diseases in the health sector in order to propose improvements based on national and international scientific evidence to optimize the health of the internal client. To this end, a bibliographic review of indexed journals and Ministerial Resolutions of the MINSA, EsSalud and the Government of Peru was developed, with an observational, descriptive and transversal methodology that included both male and female workers from the healthcare and administrative sectors. The results revealed that, according to the work of Trujillo C. and collaborators, nursing staff in a health center in Lima experience moderate levels of depersonalization, with 60% of this dimension, evidenced by moments of disagreement with the treatment of patients. On the other hand, TrinidadJ. and Escobar C. found that administrative staff identified a high incidence of psychosocial risks with 54%, while 48.2% of health professionals are at high risk at an occupational level, especially in relation to microbiological risk. Additionally, a group of nursing professionals reported poor working conditions in terms of organization and materials, with 48.8%. In the public sector, three main work regimes were identified: Administrative Career Legislative Decree 276, PrivateActivity Labor Regime Legislative Decree 728 and CAS LegislativeDecree 1057. The conclusions indicate that health personnel, whetherprofessional, technical or administrative, face various physical, chemical,ergonomic and psychological risks, despite state regulations. This situation negatively impacts their work performance and well-being, potentially affecting the quality of care. Health Establishments (EE.SS.) have three levels of care, but the disparities between them generate chain effects that impact patients and health care personnel. Therefore, it iscrucial that first level care personnel are adequately protected to prevent them from becoming a source of risks that affect higher levels and cause occupational pathologies. The implementation of health and work management systems is essential to prioritise the life and well-being of staff; however, a specific focus on risk prevention, management training, adequate investment and the incorporation of methodologies such as benchmarking is necessary. This continuous improvement tool facilitates the exchange and evaluation of out standing practices in workers' health between companies, with the aim of improving the effectiveness of health care risk management.