Resumen:
Una medicina científicamente competente por sí sola es insuficiente para ayudar a los pacientes a lidiar con la pérdida de salud, encontrar un significado en el sufrimiento y dotar al médico de la capacidad de establecer una relación médico-paciente suficientemente compasiva y empática. El interés en estos aspectos es propio de modelos de atención clínica centrados en el paciente (y no en las enfermedades), que también implica reconocer que los pacientes traen sus propias historias con información sobre su vivencia de la enfermedad. La narrativa, una forma lingüística con características definidas empleada en medicina, ayuda a generar un puente entre la biomedicina moderna y la experiencia vivida por el paciente. La medicina narrativa recoge aspectos del modelo biopsicosocial y la medicina centrada en la persona. Favorece el desarrollo de competencias para aprovechar las narrativas en los procesos diagnóstico, terapéutico, educación de pacientes, profesionales y la investigación; asimismo, tiene impactos positivos en los profesionales de salud al promover espacios de reflexión y autoconciencia, y se complementa con el enfoque de la práctica médica basada en la evidencia. En este artículo intentamos introducir la medicina narrativa como herramienta para la mejora de la atención médica.