El presente trabajo gira en torno a los enfoques transversales y como estos pueden desarrollarse en el área de matemáticas. Para tal propósito se parte de una visión general de las principales características de dichos enfoques partiendo del concepto de que son aquellos que contienen concepciones transcendentes acerca de las personas, su interrelación con los demás, con la sociedad y el espacio en común en que cohabita. Igualmente se considera su importancia en el desarrollo del perfil de egreso entendido este como la visión conjunta e integral de los aprendizajes que deben desarrollar los estudiantes al culminar su educación básica. Para este fin se destaca el papel que tienen su desarrollo y fortalecimiento en la medida en que ayudan a la formación integral de los estudiantes sobre todo desde ámbitos valorativos y actitudinales. Asimismo, se consideran los principales enfoques tanto desde sus dimensiones conceptuales así como de las actitudes que suponen, tales como: el reconocimiento a los estudiantes como sujetos de derechos y no como objetos de cuidado (enfoque de derechos); reconocimiento y valoración de todas las personas por igual, fomentando el respeto por las diferencias (enfoque inclusivo o de atención a la diversidad); la consideración de las mismas capacidades y potencialidades sin distinción de género (enfoque de género); la formación de personas conscientes del cuidado del ambiente, fomentando la solidaridad planetaria y la equidad intergeneracional (enfoque ambiental); el fomento de las relaciones solidarias en comunidad, la empatía, la responsabilidad, la justicia y la equidad (enfoque orientado al bien común); y, por último, el incentivo a los estudiantes a dar lo mejor de sí mismos para alcanzar sus metas y a contribuir con la comunidad, fomentando valores como la flexibilidad, la apertura y la superación personal (enfoque de búsqueda de la excelencia). En esta misma línea, se describe sus principales implicancias desde el área de matemática, esto es, de qué manera se pueden generar espacios de reflexión conjunta, de tal forma, que la enseñanza de la matemática no solo se dirija al desarrollo de competencias de índole académica o cognitiva, sino que también se fomenten o incentiven actitudes que ayudarán a que el estudiante reflexione sobre su papel como futuro ciudadano tanto como para la sociedad como para con el entorno natural que le rodea. Por último, se proponen dos sesiones donde se busca poner en práctica, a través de las actividades que se promueven, las dimensiones de algunos de los enfoques transversales.