Introducción: Los modelos pronósticos utilizados en pacientes quemados han sido pobremente validados en poblaciones pediátricas provenientes de países en vías de desarrollo, lo que limita su uso de manera confiable en nuestra población Objetivo: Determinar la utilidad de 2 modelos pronósticos en pacientes quemados de una Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos entre enero 2014 y agosto 2017 de un establecimiento de salud en Lima Perú. Métodos: Mediante una cohorte retrospectiva, se evaluaron dos modelos a partir de variables recolectadas al momento del ingreso del paciente: el Belgian Outcome in Burn Injury (BOBI) y el Baux pediátrico (P-Baux). Se determinó la capacidad discriminativa y la bondad de ajuste mediante el análisis de área bajo la curva ROC (AUC) y la prueba de bondad de ajuste de Pearson (GOF). Resultados: Se admitieron 306 pacientes durante el periodo de estudio, 51 pacientes fueron excluidos del estudio (9 por quemadura eléctrica, 2 por post operación de secuela de quemadura y 40 por datos incompletos). El 60.7% de pacientes admitidos procedían de ciudades de provincias fuera de Lima, la capital de Perú; el 60.4% fue de sexo masculino con una edad de 3 años (mediana, IQR: 1.9-5.7), una media de superficie corporal total quemada de 31.3% (SD: 16.2%) y una mortalidad de 8.6%. El AUC-ROC para el modelo PBaux fue 0.81[IC95% 0.71 0.92] y para el modelo BOBI fue 0.77 [IC95% 0.64, 0.90]. El modelo BOBI tuvo un mejor desempeño para discriminar mortalidad según la prueba GOF (p=0.5005), en comparación al P-Baux (p=0.0024). Conclusión: El poder discriminativo de ambos puntajes es regular para nuestra población pediátrica. Esta evidencia sugiere que existen factores adicionales, propios de nuestro contexto, que ejercen un rol importante en el pronóstico de estos pacientes, lo que amerita el desarrollo y validación de nuevos modelos que respondan a nuestra realidad.
Introduction: The prognostic models used in burn patients have been poorly validated in pediatric populations from developing countries, which limits their use reliably in our population. Objective: To determine the usefulness of 2 prognostic models in burn patients of a Pediatric Intensive Care Unit between January 2014 and August 2017 of a health facility in Lima, Peru. Methods: Using a retrospective cohort, two models were evaluated from variables collected at the time of patient admission: the Belgian Outcome in Burn Injury (BOBI) and the pediatric Baux (P-Baux). Discriminatory capacity and goodness of fit were determined by analysis of area under the ROC curve (AUC) and the goodness of fit Pearson test (GOF). Results: A total of 306 patients were admitted during the study period, 51 patients were excluded from the study (9 due to electrical burn, 2 due to postoperation burn sequelae and 40 due to incomplete data). 60.7 of admitted patients came from cities in provinces outside Lima, the capital of Peru; 60.4% were male with a median age of 3 years (IQR: 1.9-5.7), a mean total body surface area burned of 31.3% (SD: 16.2%) and a mortality of 8.6%. The AUCROC for the P-Baux model was 0.81 [CI95% 0.71, 0.82] and for the BOBI model it was 0.77 [CI95% 0.64, 0.93]. The BOBI model had a better performance to discriminate mortality according to the GOF test (p = 0.5005), compared to the P-Baux (p = 0.0024). Conclusion: The discriminative power of both scores is insufficient for our pediatric population. This evidence suggests that there are additional factors, specific to our context, that play an important role in the prognosis of these patients, which warrants the development and validation of new models that respond to our reality.