Las enfermedades mentales son un desafío para la salud ocupacional en los diversos sectores económicos. Estos desenlaces adversos en la salud mental del trabajador son originados por la exposición a condiciones de trabajo que se configuran en riesgos psicosociales, los cuales desencadenan estrés laboral y su vez predisponen otras condiciones físicas y mentales desfavorables. Estas condiciones no se encuentran reconocidas como enfermedad profesional en el Perú y parte de Latinoamérica, lo que representa una barrera en la valoración del menoscabo y, por ende, la ausencia del reconocimiento de pensiones por discapacidad debido a enfermedad profesional. La importancia de conocer los mecanismos de incidencia y prevención de estas patologías radica en su origen ocupacional y las graves consecuencias en el bienestar del trabajador como para la organización; los cuales son factibles de prevenirlos mediante la gestión de las condiciones de trabajo. Estas enfermedades de salud mental se relacionan con el deterioro de la productividad laboral, incremento de los casos de ausentismo laboral, rotación rápida del personal y aumento de permisos para atención médica, como consecuencia en la organización. Para este estudio se realizó una revisión documental de evidencia científica y gubernamental, en idioma inglés y español. Empleamos plataformas de información como Scopus y PubMed, así como de repositorios gubernamentales en salud ocupacional. Esta información fue evaluada bajo criterios de elegibilidad y sintetizando la información para valorarla en términos de calidad, y generar resultados que expresen los mejores criterios para valorar el grado de discapacidad o menoscabo por enfermedad mental o del comportamiento en el trabajo. La evaluación correcta del menoscabo por enfermedad mental en el trabajo es crítica no sólo para fines pensionarios y reconocimiento de los derechos fundamentales del trabajador; sino también para mejorar estrategias de intervención y prevención terciaria oportuna, reduciendo la probabilidad de eventos adversos más severos, como la discapacidad total del trabajador.
Mental illnesses pose a challenge to occupational health in various economic sectors. Adverse outcomes in the mental health of workers stem from exposure to working conditions that manifest as psychosocial risks, triggering occupational stress and predisposing individuals to other unfavorable physical and mental conditions. These conditions are not recognized as occupational diseases in Peru and parts of Latin America, creating a barrier to assessing impairment and, consequently, a lack of recognition for disability pensions due to occupational illness. Understanding the mechanisms of incidence and prevention of these pathologies is crucial due to their occupational origin and the severe consequences they pose to both the well-being of the worker and the organization. These issues can be prevented through effective management of working conditions. Mental health disorders are linked to a decline in labor productivity, an increase in absenteeism, rapid staff turnover, and a rise in medical leave, impacting the organization. This study conducted a documentary review of scientific and governmental evidence in both English and Spanish. Information was gathered from platforms such as Scopus and PubMed, as well as governmental repositories on occupational health. The collected data underwent eligibility criteria assessment and synthesis to evaluate its quality, generating results that express the best criteria for assessing the degree of disability or impairment due to mental or behavioral disorders in the workplace. Accurate evaluation of impairment due to mental illness at work is critical not only for pension purposes and recognizing the fundamental rights of workers but also for improving timely tertiary intervention and prevention strategies, thereby reducing the likelihood of more severe adverse events, such as total worker disability.