La goniometría es esencial en la evaluación del rango de movimiento (ROM) de las articulaciones, ayudando a cuantificar las restricciones que pueden afectar la funcionalidad laboral. En Europa, las enfermedades y accidentes laborales representan entre el 2.6% y el 3.8% del PIB, con un notable porcentaje debido a trastornos musculoesqueléticos (TME). En EE. UU., los costos asociados ascienden a 215 mil millones anuales. La goniometría permite diagnosticar precozmente estos problemas y se utiliza en la evaluación del ROM activo y pasivo en diversas articulaciones. Existen diversos tipos de goniómetros que se emplean en diferentes contextos clínicos y de investigación, incluyendo dispositivos digitales que facilitan su uso. Los estudios ergonómicos buscan mejorar la correspondencia entre los trabajadores y sus entornos laborales, minimizando riesgos de TME. Evaluaciones y herramientas ergonómicas abordan factores de riesgo, como posturas incómodas y movimientos repetitivos, que son comunes en muchos sectores industriales. Investigaciones recientes sugieren que el uso de tecnología avanzada, como sensores portátiles y aplicaciones móviles, puede mejorar la precisión en las mediciones goniométricas. La validación de la goniometría se realiza a través de métodos comparativos, como el uso de inclinómetros y electrogoniometría, lo que demuestra la necesidad de estandarizar procedimientos y mejorar la formación de profesionales en su uso. Estos métodos deben ser implementados con pertinencia y ética, asegurando el bienestar y la seguridad del paciente. La integración de nuevas tecnologías, como inteligencia artificial y realidad virtual, se presenta como una prometedora vía para optimizar las evaluaciones ergonómicas y ofrecer soluciones eficaces para prevenir TME. Sin embargo, la pesquisa en el área aún es limitada, un aspecto que debe ser abordado de manera continua.
Goniometry is essential for assessing the range of motion (ROM) of joints, helping to quantify restrictions that may affect work functionality. In Europe, work-related illnesses and accidents account for between 2.6% and 3.8% of GDP, with a notable percentage attributed to musculoskeletal disorders (MSDs). In the U.S., associated costs amount to $215 billion annually. Goniometry allows for the early diagnosis of these issues and is used to evaluate both active and passive ROM across various joints. There are different types of goniometers employed in various clinical and research settings, including digital devices that facilitate usage. Ergonomic studies aim to improve the correspondence between workers and their work environments, minimizing MSD risks. Ergonomic assessments and tools address risk factors such as uncomfortable postures and repetitive movements, which are common in many industrial sectors. Recent research suggests that advanced technology, such as portable sensors and mobile applications, can enhance the accuracy of goniometric measurements. The validation of goniometry is carried out through comparative methods, such as using inclinometers and electrogoniometry, highlighting the need to standardize procedures and improve professionals' training in its use. These methods should be implemented with relevance and ethics, ensuring patient well- being and safety. The integration of new technologies, such as artificial intelligence and virtual reality, presents a promising pathway to optimize ergonomic assessments and provide effective solutions for preventing MSDs. However, research in this area is still limited, a gap that needs to be continually addressed.