La Estancia hospitalaria prolongada (EPP) es un indicador de ineficiencia en la gestión hospitalaria, ya que mediante esta se refleja el aprovechamiento de la cama, así como la agilidad de los servicios hospitalarios prestados. A nivel internacional y nacional se ha descrito la preocupación por porcentajes elevados de EHP, es así que se han estudiado diferentes factores que podrían estar relacionados con la larga estancia hospitalaria. Durante los últimos años, en América Latina se ha podido observar una desproporción entre la oferta y demanda en los servicios de salud; en donde la demanda sobrepasa a la oferta, ocasionando la saturación de los servicios de salud. Tras el inicio de la pandemia COVID-19, el gobierno peruano tuvo que optar por varias medidas frente a esto con el objetivo de proteger la vida y la salud de los peruanos; entre estas medidas se encontraba aumentar la disposición de camas para pacientes con COVID-19 en todo el territorio peruano, reduciendo así la oferta de atención para pacientes con otras enfermedades diferente a COVID-19. Por lo anterior expuesto, el estudio de porque se pueden producir estancias hospitalarias prolongadas es un objeto de estudio importante a nivel mundial, ahora con la pandemia y todos los cambios entre la oferta y demanda de atención, cobra mayor importancia durante el periodo de pandemia por COVID-19, puesto que la atención de los pacientes no COVID-19 ha ido en aumento no solamente con atenciones de pacientes con patologías incidentes sino también con patologías crónicas muy reagudizadas.