Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo, los trastornos osteomusculares se constituyen en la problemática con mayor relevancia de salud en el trabajo, a nivel de países avanzados como en aquellos que se encuentran en desarrollo. Tienen un alto impacto a nivel de ausentismo y por lo tanto a nivel monetario. Se define como trastornos osteomusculares relacionado con el trabajo a las alteraciones de origen degenerativo o inflamatorio que afectan músculos, tendones, ligamentos, nervios, articulaciones, cartílagos, huesos o vasos sanguíneos de cabeza, cuello, columna vertebral, miembros superiores o inferiores. Entre las enfermedades osteomusculares relacionadas al trabajo, se encuentran patología de miembros superiores a nivel del hombro como el Síndrome de Manguito Rotador, Epicondilitis, Tenosinovitis, Síndrome del Túnel del Carpo y Síndrome de Vibración de mano y brazo. En la columna vertebral se asienta una de las patologías más frecuentes como es el Dolor Lumbar. Según Lopera, en la causalidad se ven involucrados la exposición a factores ocupacionales de riesgo disergonómicos como lo son las postura, fuerza, repetición y vibración y su combinación para trastornos osteomusculares a nivel de hombro, codo, mano y muñeca; y los movimientos de levantamiento, postura incómoda, postura estática, carga física pesada y vibración de cuerpo total para el desarrollo de dolor de espalda baja o dolor lumbar. Para el diagnóstico de los trastornos osteomusculares anteriormente mencionados, en la actualidad se dispone de múltiples herramientas, desde la clásica evaluación médica, así como la ayuda diagnóstica de imágenes. El tratamiento de las enfermedades osteomusculares de origen laboral requiere un manejo multidisciplinario, basado en medicamentos sino intervenciones como ejercicios y rehabilitación; además de las opciones quirúrgicas. Y en cuanto a su promoción y prevención se deben abordar varias estrategias a varios niveles como programas de hábitos saludables hasta rediseño puesto de trabajo y rehabilitación.
According to the National Institute of Safety and Hygiene at Work, musculoskeletal disorders are the most relevant health problem at work, both in advanced and developing countries. They have a high impact at the level of absenteeism and therefore at the monetary level. A work-related musculoskeletal disorder is defined as alterations of degenerative or inflammatory origin that affect muscles, tendons, ligaments, nerves, joints, cartilage, bones or blood vessels of the head, neck, spine, upper or lower limbs. Among work-related musculoskeletal diseases, there are upper limb pathologies at the shoulder level such as Rotator Cuff Syndrome, Epicondylitis, Tenosynovitis, Carpal Tunnel Syndrome and Hand and Arm Vibration Syndrome. One of the most frequent pathologies, Lumbar Pain, is located in the spine. According to Lopera, the causality involves exposure to occupational dysergonomic risk factors such as posture, force, repetition and vibration and their combination for musculoskeletal disorders at the level of the shoulder, elbow, hand and wrist; and lifting movements, awkward posture, static posture, heavy physical load and total body vibration for the development of lower back pain or lumbar pain. For the diagnosis of the aforementioned musculoskeletal disorders, multiple tools are currently available, from the classic medical evaluation, as well as the diagnostic help of images. The treatment of musculoskeletal diseases of occupational origin requires multidisciplinary management, based on medications but also interventions such as exercises and rehabilitation; in addition to surgical options. And regarding its promotion and prevention, several strategies must be addressed at various levels, such as healthy habits programs to job redesign and rehabilitation.