Las micotoxinas, son metabolitos secundarios producidos por determinados tipos de hongos, algunas de ellas han sido sugeridas como potenciales carcinogénicos, representando un riesgo crítico para la salud pública. Este estudio analizó 80 muestras de harinas de maíz para consumo humano y animal adquiridas en mercados mayoristas de Lima Metropolitana, utilizando ELISA competitivo con el kit Veratox MAX para detectar aflatoxinas, fumonisinas y ocratoxinas. Los resultados mostraron que el 100% de las muestras para consumo humano y el 97.5% de las muestras para animales contenían aflatoxinas, algunas superando los límites permitidos internacionalmente. Las fumonisinas se detectaron en el 20% y 10% de las muestras para consumo humanas y animales, mientras que las ocratoxinas fueron menos frecuentes, detectándose en el 10% y 0%, respectivamente. Las especies productoras de micotoxinas predominantes identificadas fueron Aspergillus flavus, Penicillium verrucosum y Fusarium moniliforme. Las condiciones de almacenamiento deficientes pudieron haber favorecido a la contaminación de las harinas, resaltando la necesidad de implementar prácticas adecuadas de manejo postcosecha para reducir los riesgos asociados a estas micotoxinas.
Mycotoxins are secondary metabolites produced by specific fungal species, some of which have been identified as potential carcinogens, thereby representing a significant threat to public health. This study analyzed 80 maize flour samples intended for human and animal consumption, obtained from wholesale markets in Lima Metropolitana, using competitive ELISA with the Veratox MAX kit to detect aflatoxins, fumonisins, and ochratoxins. Results revealed that 100% of human samples and 97.5% of animal samples contained aflatoxins, with some exceeding internationally permitted limits. Fumonisins were detected in 20% of human samples and 10% of animal samples, while ochratoxins were less frequent, being identified in 10% and 0% of human and animal samples, respectively. The predominant fungal species identified were Aspergillus flavus, Penicillium verrucosum, and Fusarium moniliforme. Deficient storage conditions, may have contributed to the contamination of the flours. These findings highlight the urgent need for improved post-harvest management practices to mitigate the risks associated with mycotoxin contamination in maize flour.