Resumen:
Los gliomas son los tumores malignos primarios más frecuentes del cerebro y de estos el más común en adultos es el glioblastoma (GBM), el más agresivo de este tipo de tumores, con una sobrevida de 12 a 18 meses y menor de 10 % a 5 años. La resonancia magnética (RM) se considera el estudio de elección para el diagnóstico, seguimiento y determinación de respuesta al tratamiento. Siendo fundamental la adecuada interpretación de las imágenes por parte del radiólogo para definir la respuesta tumoral al tratamiento que permita guiar intervenciones subyacentes oportunas que pueden impactar en sobrevida y calidad de vida del paciente. El estándar de tratamiento del GBM es la resección quirúrgica máxima segura, seguida por radioterapia y quimioterapia con temozolamida, encontrándose que en una gran proporción de pacientes este tratamiento adyuvante mencionado incrementa la captación de sustancia de contraste en el lecho quirúrgico, aumenta el tamaño del tejido residual e incluso conlleva a la aparición de nuevo tejido de apariencia tumoral, hallazgos que simulan progresión de la enfermedad y dificultan la interpretación de las imágenes, este fenómeno es conocido como pseudoprogresión, ocurre en el 20 a 30 % de los casos de pacientes tratados con quimio-radioterapia, es más frecuente en los 3 primeros meses pero que pueden persistir hasta los 6 meses posterior al termino del tratamiento, retardando los diagnósticos de recurrencia y la toma de decisiones respecto a tratamientos de rescate para estos casos.